Génesis de la Filosofía III

Religión, sin duda, uno de los elementos que además de propiciar el nacimiento de la filosofía en el pueblo Heleno, ha ido dando forma a la cultura de los que constituyeron en su momento las civilizaciones precedentes a todas las naciones que actualmente habitan.

Ahora, seguramente cualquiera podría preguntar el porqué es que, si cualquier civilización desarrollaba un modelo de religión, precisamente sólo los griegos pudieron establecer esta disciplina tan compleja y aún hoy, tan nutritiva para la mente y desarrollo humano.

Comprender ello nos lleva primero que nada a establecer dos puntos importantes, en los cuales les diré, tienen como motivo saber la base de los ritos y cultos que formaban las doctrinas griegas primero, como una religión popular en la cual los dioses eran vistos como entes a cargo de los fenómenos naturales como Homero y Hesíodo lo establecieron en sus poemas, y segunda, mediante los ritos orficos que procedentes de los mitos hacía Orfeo traídos desde Egipto.

Orfeo, en El Maestro, de Luis de Milán(1536),
tocando una vihuela en vez de la clásica lira. La iconografía
que lo acompaña, oculta en el paisaje y en el lema tiene mucho
 de críptica y mistérica, como era usual en la época.

El contraste entre ambas creencias ayudaría tanto a unos pensadores como a otros en sus diversas doctrinas, pero lo importante es saber cómo es que estas formas de religión, ayudaron al pueblo Heleno a destacarse en un pensamiento racional del cual, con el naturalismo de la religión publica ya establecida y que pensadores como Tales, Anaximandro y Anaxímenes tomarían como base en sus teorías, con la llegada de los orficos y la distribución de sus creencias se introdujo en la civilización griega un nuevo esquema de creencias y con ello, una nueva interpretación de la civilización humana en la cual, al contrario de Homero y Hesíodo que proclamaban la mortalidad del ser Humano, aquí, mediante la teoría de la reencarnación (metempsicosis),se proclama la inmortalidad del hombre además de concebirlo en un esquema dualista en el cual se contraponen cuerpo y alma. 

Mediante ello, se entiende entonces que el culto hacía Orfeo es sobre todo místico, y además, que junto a la veneración, viene una parte práctica pues dicha dualidad se explica mediante que el alma es divina busca expiar las corrupciones que el cuerpo nos lleva a hacer, expiación sólo posible a través de la vida aceta y devota que los misterios de tal religión fueron difundiendo y ante los cuales, la religión popular se oponía.

Con ésto comprendido, se puede entonces dilucidar el porqué es que en el pueblo griego pudo surgir la Filosofía. Como tal, los Helenos no poseían dogma alguno, y si bien las sectas dedicadas al culto a los dioses existieron, los mismos no pudieron nunca tener el suficiente peso como para establecer algo como fijo, por ende los ciudadanos pudieron tener un amplio margen de pensamiento, cualidad bloqueada por los diversos dogmas de los pueblos de oriente. 

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Poética: Hesíodo

Contemporáneo a Homero se encuentra Hesíodo, quien, dedicado más a otros valores, mostraba en sus obras un paralelismo en cuanto a los que el autor de las epopeyas homéricas trataba de inculcar en su pueblo. 

3 son las obras que marcan la trayectoria de Hesíodo como poeta: El escudo de Heracles, La Teogonía Y Los trabajos y los días, mismas obras que contrarias a Homero, dejan entrever un poco de su autor y lo que por ahí del siglo IX y VIII intentó conseguir al escribirlas.

La importancia del presente autor cobra importancia cuando examinamos la segunda y tercera obra, pues pese a que El escudo de Heracles tenga referencias al escudo que Aquiles vistió por obra de los trabajos de Hefestos en la Ilíada, son las dos obras restantes las cuales han aportado a la cultura griega mucho de lo que sería tratado como culto tanto para el pueblo como para sus pensadores más conocidos.

Comenzando por La Teogonía, en ella Hesíodo establece mediante el canto de las musas, como es que el Cosmos se estableció del Caos, enumerando los hechos que darían descendencia y surgimiento de todo lo existente, pasando desde los primeros dioses como los titanes y gigantes, pasando por la raza de los humanos, hasta los dioses olímpicos que guardan el orden de lo existente. Cabe recalcar que para los poetas, la concepción de Hesíodo sobre el origen de sus dioses fue en su momento casi un dictamen, el cual se esparció en los Helenos quienes, la tomaron e hicieron suya en los cultos que honraban a sus dioses, y, visto desde el punto analítico, fue al final un texto que enriqueció y dio fuera al panteón griego del cual conocemos en la actualidad. 

Al igual que Homero, en Hesíodo encontramos un contacto con la naturaleza y lo que la forma. Somos parte de todo, pero lo que se vuelve más fuerte con el presente con las obras del segundo es la medida que todos debemos tener en cuanto a lo que tenemos, poseemos y deseamos, haciéndose presente tanto la medida, como la humildad que se debe poseer, lo cual en Los trabajos y los días se presenta en lo que podría decirse como un calendario de cultivo que cualquier poblador podría seguir para tener bonanza en sus cosechas. 

Su obra La Teogonía es quizá la que más ha aportado en cuanto al pensamiento y cultura griega, sin embargo, el continuó repaso de sus obras es de vital importancia no sólo para conocer las condiciones del autor. Más importante es, a mi parecer, el hecho de que en Hesíodo encontramos una total inversión de valores, ante la exaltación de las cualidades humildes por la de los nobles y reyes, a los cuales el pastor niega, sean los lideres o seres supremos por debajo de los dioses. 

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Épica: Homero

Octavio Paz en su obra: El arco y la lira, concuerda con muchos instruidos en el tema con el hecho que, la poesía es un reflejo de las civilizaciones, además de que, las mismas, se encargan de forjar el camino a tomarse por las mismas.

Los griegos, basado en el presente criterio, no son la excepción.

Antes de la Filosofía fue la épica y poesía, la cual, derivada en las obras de Homero, fungieron en su tiempo como la Biblia lo hace actualmente en la religión. 

Homero, autor de las dos epopeyas más famosas
del mundo griego, obras que en la actualidad siguen
leyéndose y en las cuales, siguen inspirándose
tanto la literatura como el cine moderno

Sin las epopeyas homéricas, la Ilíada y la Odisea, el pueblo heleno no hubiese sido él mismo. En tales obras, su autor, quien en la actualidad y pese a la opinión dividida de algunos, se da la autoría a quien por allá de entre los siglos IX y VIII a.C., establecido a través de sus letras la construcción de una moral primaria que su pueblo intentaría desarrollar y los cuales, establecen incluso valores como el de la medida, muy desarrollado a posterior por los filósofos de su pueblo.    

La poesía suele traer una realidad a veces cuestionable. La misma esclarece sus versos en torno a temas míticos que para el uso de la razón podrían resultar simplemente patrañas. Homero, aún así, logró en sus épicas no sólo presentar a los dioses venerados por su pueblo en una forma aceptable, sino hacerlo de tal manera en la cual los mismos formaban un todo con lo existente. Los dioses pese a su poder no eran del todo omnipotentes y perfectos; actúan bajo conductas humanas y se entregan a placeres y caprichos que son capaces de poner en peligro a quienes los adoran.

Sus obras, narradoras de la tradición heroica cuentan la historia de sus pueblos. Más importante es que, pese a la época, a través de las rapsodias se encuentran regados los indicios de valores que construyeron las primeras morales griegas. Luego se verá que siglos después Sócrates fue conocido como el padre de la ética, sin embargo, no es de desacreditar que Homero en su momento trató de guiar a su pueblo por el camino del correcto Areté.

Identificarse en personajes como Aquiles, Odiseo o Héctor era señal de respeto. Todos con características propias, pero con fines prácticos y similares que los llevaban a enfrentar lo desconocido en busca de la perfección continua del carácter.

Visto así, es fácil saber el porqué del refinamiento constante del pueblo Heleno. 

La búsqueda de la perfección se reflejaba en sus aptitudes. El realizar las encomiendas ya fuera por parte de sus dioses o por los deseos mismos estaban siempre enfocados en un continúo mejoramiento de sus capacidades, reflejadas en su arquitectura, en sus artes y claro, en las disciplinas y el nacimiento posterior de la Filosofía. 

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Génesis de la filosofía II

Se dice entonces que todo conocimiento deriva de algo.

La filosofía no es la excepción, pero debe tenerse en cuenta que sus creadores, los griegos, la trajeron a la vida con base a un elemento que si bien no era nuevo, nadie más que ellos han aprovechado hasta la fecha tanto, pese a ser una característica con la cual todos, sin excepciones, podemos contar: al afán de saber, de conocer. 

Toda cultura se nutre de otra, la griega no fue la excepción, pero es la característica principal mencionado que los llevo a desarrollar la ciencia del amor hacía el saber, la cual daría una nueva utilización a cada figura y arquetipo de conocimiento que se cruzara en su camino y lo convirtiera en lo que conocemos actualmente, y además, nutrirían siempre tanto a la misma filosofía, como a sus diversas ramas. 

La base del pensamiento griego se encuentra, en su origen, a través de los poetas, los cuales se encargaban de transmitir las enseñanzas a través de épicas y rapsodias las cuales se legaban por el canto y la poesía. Para el pueblo heleno, obras homéricas como lo son la Ilíada y la Odisea representaron algo similar a lo que la Biblia lo fue para el Judeo-cristiano. En ellas, mucho de los valores de los ciudadanos eran plasmados y pese a que en los versos podía haber cierto elemento fantasioso y mitológico, en su construcción ya se podía vislumbrar un sentido de la armonía, proporción, límite y medida, sin caer en lo grotesco o aberrante que culturas en sus inicios habían conservado en el reflejo de sus tradiciones. 

Es Homero también encontramos valores que rigen la vida del hombre, los mismos que el pueblo Heleno optó como los más altos y mejores y los cuales, los llevaría a un perfeccionamiento de sus aptitudes y por lo tanto, de sus valores éticos como morales que regirían en todo momento sus vidas. Padres e hijos fueron legando las tradiciones contadas en la historia de Aquiles y Odiseo, en una cultura la cual ya en sus inicios intentaba dejar fuera todo lo repugnante, sólo quedándose con lo mejor y lo más preciado a través del concepto de Areté.
Hesíodo con su Teogonía a su vez, sentaría el inicio de una cosmogonía en la cual, se intentaba dar la explicación a un origen de todo y con ello, hacer participe en el futuro, a los primeros filósofos y su materia de estudio. 

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Génesis de la filosofía

Desde de las cuatro civilizaciones de Oriente que dieron origen a la civilización actual, modelos que constituirían los componentes de todas las civilizaciones que a través de su historia, lograron legar más que un modus vivendi a las comunidades futuras. 

Desde el comercio hasta las jerarquías, pasando por los oficios, el arte y muchos sistemas como disciplinas. No hay duda de que muchas de las cosas que poseemos nos han sido legados de culturas como la egipcia, la babilónica, persa y por supuesto, de los griegos como romanos. 

Cada uno de ellos ha sido aprehendido, usado y modificado a lo largo de la historia siempre con base a las necesidades culturales de la civilización, lo cual se vio reflejada en la cultura griega que tomando rasgos occidentales de varios pueblos, no sólo los replicó, sino que los elevo al darles un carácter más profundo ante su forma de pensar que, daría en los helenos la concepción de la disciplina única y propia que hasta el momento, ninguna otra civilización ha podido siquiera igualar: la filosofía. 

Esta característica nueva y totalmente desconocida sentó en muchos otros aspectos la supremacía de los griegos reflejada en sus creaciones, disciplinas y todo aquello que forjaba su ambiente. Desde la organización de la polis, las jerarquías sociales, sistemas de gobierno y militares. La influencia de los elementos que darían paso al pensamiento griego se impregna en toda disciplina, desde el arte hasta la arquitectura, incluso en la poética; todo lo que constituía al pueblo heleno se construyó con base a ese elemento el cual más tarde desembocaría en el arte del pensamiento racional, él mismo impregnado en un pueblo quizás resultante del nexo entre las múltiples ideas de tantas culturas. 

Es claro que el genio griego dio origen a tal disciplina la cual en un futuro, establecería las bases correctas de la ciencia con Aristóteles, sin embargo, es necesario remontar unas cuantas eras atrás para así, ver como es que el pensamiento occidental fue tomado y transformado por los helenos. 

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Filosofando

Hemos visto como a pesar del tiempo en el que el pensamiento surja y pese a quien lo sustente, siempre hay una constante: la constante búsqueda de una verdad racional.

Al llegar a Aristóteles, la definición concreta de la verdad será analizada con cuidado, sin embargo, antes de seguir avanzando a través de los presocráticos, es importante detenernos un poco en los 3 pensadores de Mileto.

 ¿Y ello porqué?, debido a que para empezar a entender le carácter filosófico y la actitud que tomaremos a partir de estas sencillas entrada esa establecido. 
Hay puntos que concuerdan en cuanto a los 3 grandes hombres que dieron origen al pensamiento filosófico:

• La necesidad de explicar los fenómenos de la naturaleza 
• Ese afán de que esa explicación de los mismos concordara con la realidad plausible
• Sentar las bases de una racionalidad en torno a la comprehensión general.

Se puede intuir, quizá desde el comienzo, que todo gira en cuanto a la necesidad de descubrir y explicar.

Es, de hecho, ello que le da su carácter principal a la filosofía, esa disciplina que más que respuestas, busca preguntas a las cuales buscarles solución. ¿Difícil de comprender?, lo es al principio, pues casi lo primero que uno sabe cuando se abre a esta bella disciplina es que son tantas las interrogantes y pese a la diversidad de respuestas que cada pensador dio, no existe lo que conocemos actualmente como una definición concreta o final para la mayoría de las cuestiones que iremos analizando. 

Saber que existen más preguntas que respuestas puede ser un duro muro contra el cual muchos se terminarán golpeando, desconcertándose ante lo que augura una perdida de tiempo que, sin embargo, revela únicamente la naturaleza humana que radica como invención de tal disciplina aplicable sólo a alguien como lo somos nosotros como especie. 

Con ello, el seguir hablando de filosofía representara una ida y vuelta constante a lo aprendido, con el fin no de memorizar, sino volatizar las ideas, lo cual pende de la necesidad de abrir el pensamiento a la posibilidad, es decir, que mediante la interpretación de estas concepciones, seamos capaces no sólo de entender a nuestra manera las mismas, sino incluso, poder idear las nuestras y con ella, ser capaces de concebir las propias.

Con esto aclarado, sigamos entonces el camino recorrido a través de los filósofos, pero, avisados sean de que si en un momento a otro estamos obligados a retroceder lo haremos, y que en la filosofía, como en muchas otras cosas, el volver al inicio no es una perdida de tiempo, sino sólo una oportunidad de volver a vivir y con ella, concebir.

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Anaxímenes de Mileto

Contemporáneo de Anaximandro como de Tales, fue Anaxímenes quien al igual que los pensadores vistos con anterioridad habitó en Mileto. 

Anaxímenes. Nacido en el 585 a.C  y muerto aproximadamente por ahí del año 524 a.C. 

El tercer pensador de Mileto fue posiblemente, alumno de Anaximandro, con quien concordó en ciertas cosas con su maestro, como el hecho de que el principio debía ser infinito y, sin embargo, estar en desacuerdo con otras, como en el hecho de que aquello que diera origen a lo creado debía poder ser determinado y percibido. 

Anaximenes encuentra la respuesta en el aire, al ser una sustancia aérea ilimitada, concepción que él mismo nos lega en los fragmentos que pese a perderse, podemos conocer gracias a los escritos de Diógenes.

Ahora, ante una concepción mística como lo fue el anterior pensador, el presente necesitó explicar el origen de una forma más concreta, más racional y, el hecho de que el aire circuncidara todas las cosas, que mediante el aire pudiésemos respirar y por lo tanto, todo lo vivo existir, deja claro el porque Anaxímenes estableció tal concepción, pues según él: "al igual que nuestra alma (es decir, el principio que da la vida), que es aire, nos sostiene y nos gobierna, así el soplo y el aire abrazan todo el cosmos." Contando además, de que el aire es un elemento extremadamente móvil lo convierte adecuadamente en la sustancia que con sus variaciones y cambios, dé origen a las diversas cosas. 

Pero, ¿cómo es que el aire puede dar origen a todo lo demás?, bien, Anaximandro estableció un principio que, bajo su lógica es verdadero, pero, ¿correcto?, Anaxímenes intentó llegar a un pensamiento más acorde, pues Tales no había introducido una adecuada causa del movimiento que Anaximandro apenas y tocó mediante principios órficos. La condensación y rarefacción vinieron a solventar estas cuestiones siendo así que, mediante el doble principio de estas causas, el aire enrareciéndose se convierte en fuego, y al condensarse en tierra y agua. El resto de las cosas parecen formarse de estos elementos al combinarse entre sí. 

Con ello es entonces fácil comprender lo importante del presente pensador, pues Anaxímenes representa el pensamiento más riguroso y lógico de de los filósofos representantes de la escuela de Mileto, porque en el proceso de condensación y rarefacción se introducen los principios dinámicos del movimiento a los cuales sus antecesores o no habían llegado, o trataron de explicar mediante teorías lejanas de la realidad que se quería comprender. 

Anaxímenes suministra así una causa en perfecta armonía con el principio y, por lo tanto, con el pleno acuerdo del significado de la physis.

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